Un día me cansé de no lograr las metas y objetivos que me planteaba. Afortunadamente descubrí como dejar de procrastinar y desde entonces mi estilo de vida cambió.
No te ha pasado que ves a personas que hacen lo que tu crees es de todo? y sientes que tú por el contrario no logras nada? Bueno eso me pasaba y me justificaba con la clásica frase de «no me da tiempo».
Pero no quería seguir viviendo sin cumplir con las metas que tenía tiempo o hasta años sin cumplir.
Comencé a ver y leer que es lo que hacían las personas que me inspiraban para lograr sus objetivos y el resultado ha sido fascinante. No solo descubrí que procrastinaba, descubrí también las razones por las cuales lo hacía y lo mejor, como dejar de hacerlo.
Pero ¿Qué es en realidad procrastinar?
Es muy sencillo resumirlo en no hacer las cosas que uno debe de hacer en el momento que necesitan ser realizadas pero no, no es así de sencillo, es un tema mucho más profundo.
No significa ser «flojo», uno puede pasarse el día en movimiento realizando diferentes actividades en la casa, en el trabajo, con nuestros hijos y aún así estar procrastinando.
No es un problema de gestión de tiempo, es un problema de gestión de emociones.
Cuando evitamos hacer actividades como una llamada telefónica, un reporte, actividades del hogar, o simplemente responder NO a alguien, y elegimos hacer mejor otra cosa, no estamos evadiendo la actividad en sí, estamos evadiendo el sentimiento negativo que nos provoca esa actividad.
¿Cuál es el problema con procrastinar?
El problema es que podemos desarrollar sentimientos negativos hacia nosotros mismos. Al no completar tareas podemos pensar que no somos capaces, que no somos lo suficientemente listos, que no podemos.
Todos procrastinamos en cierta medida pero el problema se vuelve mayor cuando se convierte en un circulo vicioso. En el momento que evadimos una actividad y realizamos otra que nos provoque menos estrés, nuestro cerebro lo va a recibir como una recompensa y como seres humanos nuestra tendencia va a ser repetir esa experiencia placentera y convertirlo en un hábito.
Si continuamos con ese circulo terminamos dudando de nosotros mismos, tendremos baja autoestima, sentimientos de ansiedad y podemos vivir con estrés crónico.
¿Cómo dejar de Procrastinar?
Advertencia, no es leyendo frases motivacionales. Sin lugar a dudas sirven para dar el primer paso pero romper el ciclo de procrastinar implica cambiar un hábito y para que sea sostenible debe venir de nosotros mismos sin la dependencia de agentes externos.
Desafortunadamente no podemos solo decirnos que dejemos de hacerlo. Dejar de procrastinar implica cambiar la forma en la que manejamos nuestras emociones.
Si no me gusta lavar platos, si no me gusta llamarle al jefe, si no me gusta hacer ese reporte, lo más probable es que nunca nos guste. La clave está en no hacerle caso a la emoción que nos provoca ya que la mente nos va a dar excusas para no hacer lo que tenemos que hacer.
Hay que ignorar por completo a esa emoción, es más, imaginarla a un lado nuestro y mandarla a un rincón volteado hacia la pared.
No es sencillo hacerlo pero afortunadamente hay herramientas que ayudan a logarlo. En mi búsqueda y platicando con mi esposo y mi amiga Lucy llegué a conocer a Mel Robbins y su técnica de los 5 segundos. La técnica de que? 5 segundos!
5,4,3,2,1 y MUÉVETE!
¿En que consiste? En resumen, no le permitas a tu cerebro crear excusas, pasa a la acción haciendo una cuenta regresiva, 5,4,3,2,1 y MUÉVETE! actúa y solo hazlo. Parece muy simple pero que crees? FUNCIONA!
Me puse a leer el libro del poder de los 5 segundos. Mel Robbins explica en su libro los fundamentos en los que se basa esta técnica y como al aplicarla es un cambio de hábitos. Tomas el control y callas a esa mente creadora de excusas.
En el momento que tengas que hacer algo que no te gusta hacer, no pienses, realiza una cuenta regresiva 5,4,3,2,1 y pasar a la acción.
Esto provoca un cambio de comportamiento. Son 5 poderosos segundos que te permiten dejar de procrastinar.
Comencé a aplicar esta herramienta antes de realizar actividades que me parecían tediosas y por simple que parezca fui adquiriendo el control de la situación. La sigo usando cada vez que siento que mi mente comienza a divagar antes de hacer una actividad.
Romper con el hábito de procrastinar no es de un día para otro, me ha tomado tiempo y ha sido en conjunto con otras herramientas pero sin lugar a dudas usar la técnica de los 5 segundos me ha ayudado a mejorar mi vida.
Menos estrés, mayor tiempo con mi familia, tener mi huerto, por fin iniciar el proyecto de mi blog son solo unas cosas que he logrado dejando de procrastinar.
Enfocarme en lo que realmente me importa y por fin olvidarme de esa frase de «no tener tiempo» me ha dado la oportunidad de seguir aprendiendo y sentirme mejor.
Muchas gracias por visitar Ingeniera en Casa.
¿Conocías la técnica de los 5 segundos? Espero mi experiencia con la procrastinación te sea de utilidad. Me encanta compartir las herramientas que utilizo para organizarme. Espero seguir en contacto contigo aquí en mi blog o en mis redes sociales.
Un saludo
Erika
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