Después de escribir cuatro año sobre recetas y utensilios de cocina, mi mente ha estado constantemente sumergida en ingredientes, cursos, libros y videos de cocina. No es de sorprender que ame la comida sin embargo, con el paso del tiempo y en cada platillo que preparaba, comencé a considerar aspectos desde otro punto de vista. Me detuve al quedar fascinada por el mundo de emociones e historias implicadas en el acto de comer.
En este camino un día descubrí a Lena Yau. Escritora con especialidad en periodismo gastronómico, quien me enseño por medio de la literatura cómo cada persona vive la comida de manera diferente. Fue un antes y después de tomar un curso con ella. Los títulos de libros que nos compartió, escuchar sus reflexiones y hacer ejercicios en clase con el resto de compañeros, abrieron mi apetito por la literatura gastronómica y me ayudaron no sólo a comprender la historia del mundo por medio de la comida, también mi propia historia.
Por este amor que tengo a la unión de la literatura y a la comida, quiero compartirte algo en lo que he estado trabajando: cuentos donde la comida es el protagonista. Sin embargo, como en el blog he escrito recetas fáciles y todo acerca de los materiales de cocina, sobre todo hierro fundido; primero quiero comenzar platicando:
Qué es la literatura gastronómica?
La literatura gastronómica es el arte de narrar historias donde la comida es el punto central. Ya sea cuentos, novelas, ensayos o memorias, en este género lo culinario es el hilo conductor entre las emociones, recuerdos o experiencias culturales.
Estos textos abordan tanto el acto de comer como cocinar, ya sea de manera descriptiva, simbólica o espiritual y pueden o no incluir recetas pero una cosa es segura, la comida es la estrella.
Sin embargo, escribir sobre comida no es nada nuevo, desde los primeras representaciones con pinturas rupestres que muestran la superviviencia o rituales, la comida esta allí. Pero de manera contemporánea a partir del siglo XIX, la literatura gastronómica explora a más detalle a las personas, a sus emociones, a los entornos y a la sociedad con cada bocado que da.
Ejemplos de libros gastronómicos
Uno de los títulos considerados de éste género en la literatura moderna es la Fisiología del gusto de Brillat-Savarin. Si bien muchas cosas han cambiado desde que se publicó en 1825, sigue siendo un referente para los amantes de la comida al ser el primer tratado gastronómico.
Hay novelas que son un referente: Como agua para chocolate de Laura Esquivel, es sin duda un clásico que muestra cómo una receta es el disparador para contar una historia completa inmersos en la cocina. Otros títulos son El libro de cocina de la señorita Eliza de Annabel Abbs, cuenta la historia de Elizabeth Acton, quien es considerada como la escritora que puso orden a las recetas escritas, indicando la lista de ingredientes y el tan conocido paso a paso. La escuela de ingredientes esenciales de Erica Bauermeister, narra el camino de ocho alumnos de cocina en la búsqueda de una receta para algo más allá que la cocina.
También hay relatos gastronómicos cortos. Disfruto mucho los de: Una escritora en la cocina de Laurie Colwin, combina de una forma deliciosa una historia y una receta. Y de manera magistral Bienmesabes de Lena Yau, aborda la gastronomía ofreciéndonos toda una gama de emociones en cada relato, desde el erotismo hasta el humor negro.
Finalmente hay múltiples ensayos y libros de no ficción como: El dilema del omnívoro de Michael Pollan, Sitopía de Carolyn Steel, Delicioso de Rob Dunn y Mónica Sánchez, Orígenes de la cocina poblana de Jesús Manuel Hernández. Tan solo por mencionar algunos que se han vuelto mis favoritos y con mucho gusto podemos platicar de ellos a detalle más adelante.
Y ahora sí voy con lo que te quiero compartir desde un inicio…
BOCA DE MIEL, Cuentos cortos sobre comida
Utensilios y herramientas, huerto y semillas, estufa y conservas, banquetes y comidas en solitario; nunca creí que todo a mi alrededor girara en torno a la comida.
En cada paso de este proceso de transformación, me asombra la manera en que nos moldean los alimentos que consumimos y crean de una forma única nuestra identidad, refuerzan nuestros lazos sociales con quienes gozamos de cada bocado o también lo sufrimos.
Historias de todo tipo rondaban mi mente con cada platillo o anécdota que escuchaba. Eran ideas sueltas hasta que pude plasmar seis de ellas en esta edición de Brotes de Par Tres: BOCA DE MIEL. Seis historias cortas que enfocan el miedo, el amor, el humor y la esperanza. Seis historias que buscan ser leídas para alimentar la mente y por qué no, nutrir el alma.
Te invito a que lo saborees y compartamos juntos este recorrido con cada uno de los personajes y sus emociones con cada receta, platillo o bebida. Estoy muy contenta de que este ya disponible en todo México y podamos seguir compartiendo historias por medio de la cocina.
Adquiérelo aquí y platícame cuál cuento fue tu favorito!
Un saludo. Erika
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